Octubre 18, 2020

50 aniversario luctuoso

Lázaro Cárdenas del Río

Jorge A. Maciel Suárez*


Pocos mexicanos han calado tan hondo en la conciencia nacional como lo hizo Lázaro Cárdenas del Río, michoacano que a los 39 años fue electo presidente de la República, contando con una sólida experiencia política y liderazgo social. Haber sido gobernador de Michoacán y secretario de Guerra y Marina y de Gobernación fueron sus cartas de presentación.

Antecedido por una profunda represión económica internacional que dejó a la administración pública sin los recursos que obtenía bajo el concepto de comercio exterior, el general Lázaro Cárdenas asumió el reto de mejorar las condiciones de vida de los 16.5 millones de habitantes de ese momento y de disminuir las desigualdades. Se trató de un reto en extremo complejo y su éxito habría de depender de la puesta en práctica de una serie de medidas sociales, educativas, económicas y sobre todo políticas que aseguraran una vía libre al camino por el cual se había decido optar para atajar el problema.

Cárdenas apunto a la consolidación de la institucionalización de la Revolución mexicana.

Y en esa medida logró organizar los diversos sectores de la sociedad en centrales políticas que apoyaban las transformaciones que el país requería. Entre muchos aciertos podemos destacar tres de carácter fundamental.

La gran reforma agraria fincada en el reparto de tierras a lo largo y ancho del país a todos los campesinos que la requirieran.

La expropiación petrolera que realizó con apoyo de la sociedad significó consolidar ante el contexto internacional la imagen soberana del Estado mexicano, lo que a su vez se reflejó en el arribo de miles de exiliados españoles que hicieron de nuestro país su casa y apoyaron su crecimiento.

Otro gran aspecto que destaca del gobierno de 1934-1940 es que el ámbito educativo ocupó un lugar primordial en su administración. De tal forma, el número de escuelas primarías llegó a 16 mil 545 centros con la asistencia de 2 millones de niños y se crearon las escuelas regionales campesinas e internados.

El cambio en las tendencias demográficas producto de los años de lucha en la Revolución Mexicana y los avances tecnológicos de los nuevos tiempos no tomó por sorpresa al gobierno cardenista. Iniciando la transición de una sociedad agraria a una urbana, el general Cárdenas tenía claro que se debía diversificar la formación de los cuadros técnicos que se requerían para la industrialización y expansión de la obra pública e infraestructura urbana.

Por tal razón, creó el 1 de enero de 1936 esa gran institución académica, tecnológica y de investigación científica que es el Instituto Politécnico Nacional (IPN), casa de estudios que a 84 años de creada sigue siendo un pilar educativo fundamental.

Desde su fundación, el IPN afirmó su carácter público, laico y gratuito. La voluntad política del presidente Lázaro Cárdenas lo ubicó como un “centro de perfeccionamiento de profesionistas en el que se impartirían las últimas verdades de la ciencia con las técnicas más modernas” pero, principalmente, como una “institución del estado” vinculada con el desarrollo económico y social de México.

Desde sus inicios, sus fundadores Juan de Dios Bátiz, Carlos Vallejo Márquez, Narciso Bassols, Luis Enrique Erro, Miguel Bernard, Wilfrido Massieu, entre otros, trabajaron arduamente para forjar este urgente proyecto de educación popular.

“La técnica al servicio de la patria” consecuente frase que ha acompañado al IPN durante toda la vida resume la importancia que tiene para el país. Los ingenieros y técnicos forjados en las aulas del Poli han sido pilares fundamentales para el desarrollo de la infraestructura, desarrollo social y económico y cobertura social que México habría de gozar en las décadas posteriores.

La industrialización de nuestro país y la optimización de nuestros recursos naturales hicieron de la preparación técnica una tarea ineludible e inmediata para el gobierno del general Cárdenas para de esta manera sembrar durante su sexenio el fruto que la nación entera habría de cosechar a futuro.

Miles de mujeres y hombres hemos egresado de esta noble institución formadora de los cuadros técnicos y profesionales que la Nación ha requerido para su desarrollo.

Hoy que recordamos el 50 aniversario luctuoso del extraordinario estadista mexicano Lázaro Cárdenas vaya hasta el infinito la gratitud de millones de politécnicos que hemos abrevado de esa generosa institución.

¡¡¡¡¡Huélum!!!!

*Académico-Investigador del Instituto Politécnico Nacional.