Noviembre 15, 2021

Acontecer Político

por José Luis Camacho Vargas

Lunes, 15 de noviembre de 2021.

 

¿Se acabó la LXV legislatura en San Lázaro?

Tal y como lo mandata el artículo 74, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2022 fue aprobado en tiempo, pero no en forma.

¿Por qué decir esto?

El pasado 14 de noviembre, en una sesión permanente del Pleno Camaral de más de 50 horas fue aprobado el Decreto que entrará en vigor el 1 de enero próximo.

No obstante, parafraseando a don Jesus Reyes Heroles, en la política la forma es fondo, hecho que quedó claro al no cumplirse la forma en la aprobación del Presupuesto de Egresos que, de acuerdo con nuestra Carta Magna, es una facultad exclusiva de las y los diputados.

Se cumplió un tiempo porque se concretó antes del 15 de noviembre que es el término al efecto conferido, pero no se cumplió en la forma puesto que sólo se discutió y aprobó sin haberse movido una coma al proyecto enviado por el Presidente de la República y aprobado por la mayoría tanto en la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública como en el Pleno camaral, avalado solo por el grupo lopezobradorista.

No recuerdo en las recientes legislaturas, ni siquiera en la época del otrora Partido hegemónico, que la mayoría legislativa aprobara un Presupuesto de Egresos sin escuchar ni atender cuando menos los planteamientos hechos por la oposición.

Este hecho es la carta de presentación del grupo parlamentario de Morena en alianza con los Partidos del Trabajo y Verde Ecologista de México, lo que significa que la suerte de la LXV Legislatura está en vilo.

Es decir, no habrá ninguna reforma constitucional en lo que resta de la actual legislatura ni tampoco habrá ninguna modificación o nueva ley por unanimidad.

La cerrazón de Morena para la creación de consensos parlamentarios ha demostrado que no habrá diálogos ni construcción de acuerdos que beneficien a toda la sociedad.

En la sesión maratónica de más de 50 horas escuchamos a través del Canal del Congreso la presentación de casi dos mil reservas que hicieron diputadas y diputados de todos los partidos pertenecientes a la Alianza Va por México y de Movimiento Ciudadano; cientos de ellas razonables, coherentes, necesarias y, diría yo, indispensables para salir adelante de la severa crisis sanitaria, económica y de seguridad que vivimos, pero desafortunadamente el mayoriteo morenista no lo permitió.

Como bien lo ha apuntado en repetidas ocasiones el diputado Rubén Moreira, coordinador de la bancada tricolor, los legisladores morenistas no entienden que aunque sean más diputados eso no es por la voluntad popular, ya que la ciudadanía no le dio a Morena y aliados la mayoría en la Cámara de Diputados, pero debido a la obsoleta redacción de la fracción cuarta del artículo 54 constitucional, Morena cuenta con más legisladores sin haberlos obtenido por el voto popular.

La actuación de los coordinadores parlamentarios Jorge Romero del PAN, Luis Espinosa Cházaro del PRD, Jorge Álvarez de Movimiento Ciudadano y por supuesto del experimentado Moreira del PRI, junto con todos sus compañeros legisladores han mantenido una encomiable posición frente a la andanada del grupo mayoritario.

El resto del trienio pasará prácticamente sin mayores aspavientos, lo que permite a los partidos de oposición centrar sus baterías en la elección presidencial de 2024.

Los procesos electorales locales en seis entidades ya han dado inicio; los partidos políticos están centrados en la elección de los posibles candidatos que competirán el próximo mes de junio, por supuesto que no habrá revocación de mandato en abril y estarán atentos en la estrategia que seguirá cada uno de ellos.

La sucesión presidencial la abrió el propio Ejecutivo Federal el pasado junio, adelantando el proceso sucesorio dos años antes de lo señalado por la tradición política. Los aspirantes a sucederlo ya están posicionados en los medios de comunicación y en campaña a lo largo y ancho de la República.

Con un partido textualmente partido, ya que los conflictos internos no se han hecho esperar pues obedecen a la naturaleza de este movimiento, por ser un muégano de grupos, la mala directiva no ha sido un factor de unidad. Y será peor aún con la elección de las próximas candidatas y candidatos a las seis gubernaturas. Los dirigentes estarán buscando su futuro.

Los actuales diputados federales querrán ser senadores, los senadores buscarán mantenerse otros seis años, los presidentes municipales buscarán ser diputados locales y los diputados locales buscarán ser gobiernos municipales.

El Congreso federal, piedra fundamental del Poder Legislativo Mexicano, ha entrado en un largo receso nunca antes visto.

La historia política de este país dará cuenta que el sexenio de López Obrador sólo duró tres años y la LXV legislatura del Congreso de la Unión en la Cámara de Diputados no llegó ni a tres meses.

Lástima porque sin duda alguna muchos de los graves problemas que vivimos los mexicanos podrían ser resueltos con la voluntad política de las y los legisladores de todos los partidos, pero desafortunadamente sólo la oposición tiene la intención de resolverlos.

Sin duda alguna, cuando creíamos que estábamos mal la verdad es que estábamos mejor que ahora.

@jlcamachov