Mayo 05, 2017

El Ejército Mexicano

Redacción

Las Fuerzas Armadas de México son un actor fundamental en la vida pública del país. Su voz, siempre prudente y sopesada, no pasa desapercibida. Cada uno de sus elementos es la encarnación de los más altos intereses nacionales. Su existencia, que se encuentra intrínsecamente relacionada con la Constitución Política, ha dado seguridad, fortaleza y cimientos fuertes a la Nación, pues el Ejército es el más leal de los leales y el más institucional de los institucionales.

Su participación, desde hace 10 años, en la lucha contra la delincuencia organizada y desorganizada ha traído consigo no un desgaste, sino una desviación de su naturaleza, que es la de preservar la seguridad nacional, asemejando más su labor diaria a la de un cuerpo policiaco. Y ello no responde a la naturaleza de nuestro Ejército y de nuestra Marina-Armada.

El cumplimiento irrestricto de la instrucción presidencial, con base en la fracción sexta del artículo 89 constitucional, ha sido el pretexto para que los cuerpos de seguridad pública locales y municipales sigan sin atender plenamente las deficiencias que han mostrado para hacer frente a los retos de seguridad pública, haciendo parecer que la obligación es del Ejército y Marina.

Por tal razón, el General Secretario Salvador Cienfuegos Cepeda ha dicho que los militares no pueden seguir cumpliendo con esa función sin una norma específica que regule su actuar, pero sobre todo que señale el tiempo por el que deben seguir cumpliendo incluso con funciones de control de tránsito.

En ello ha insistido el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) desde hace varios meses, al señalar que las condiciones que enfrentan los militares en las calles y caminos del país distan mucho de ser un día de campo, pues se trata de personas que portan armas de guerra y que no respetan código alguno. Pero los militares sí enfrentan limitantes y muchas veces quedan indefensos no sólo frente a la delincuencia, sino también ante quienes los acusan de violar derechos humanos.

Nada menos, ahora los delincuentes se escudan tras mujeres y niños para atacar a militares mexicanos, sin que éstos puedan repeler el ataque porque sí saben de límites y normas. Lamentablemente, ese buen actuar se ha cobrado la vida de valerosos elementos que defendiendo el interés común, fueron abatidos por la delincuencia.

Pareciera que los militares mexicanos son los obligados de brindar seguridad pública al pueblo mexicano, y no es así. De ahí que el Gral. Cienfuegos realice declaraciones muy precisas y específicas, recordando que lo realizado por el Ejército desde hace diez años es supletorio a lo que debe hacer la policía.

Es deseable que en el Poder Legislativo Federal se logren los acuerdos y consensos necesarios para responder de la misma forma en que nuestras Fuerzas Armadas le han respondido al pueblo mexicano.